FRASCO PARA ANÁLISIS DE LA DBO

Frasco DBO

En la era actual, la sostenibilidad y la calidad del medioambiente son preocupaciones de primer orden. En este contexto, el análisis de la calidad del agua se ha vuelto una tarea fundamental en laboratorios de todo el mundo. El frasco DBO, un recipiente de vidrio especializado, juega un papel crucial en este proceso. Es la herramienta principal para medir la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), un indicador vital de la cantidad de materia orgánica biodegradable presente en una muestra de agua.

Su diseño y sus características están pensados para garantizar un aislamiento total de la muestra del oxígeno atmosférico, lo que es esencial para obtener resultados precisos y fiables.

¿Qué es la demanda bioquímica de oxígeno (DBO)?

La DBO es una medida de la cantidad de oxígeno que los microorganismos, como las bacterias, consumen para descomponer la materia orgánica biodegradable en una muestra de agua. Una DBO alta indica que el agua tiene una alta carga de contaminantes orgánicos, lo que puede reducir el nivel de oxígeno disuelto en ríos, lagos y otros cuerpos de agua, afectando la vida acuática. Por esta razón, la medición de la DBO es un procedimiento estándar en plantas de tratamiento de aguas residuales, laboratorios ambientales y estudios ecológicos.

La medición de la DBO se realiza en un periodo de cinco días, durante los cuales la muestra de agua se incuba en un frasco especial, completamente sellado. El recipiente tiene que ser de un material que no reaccione con la muestra, que sea transparente para permitir la medición inicial y final de oxígeno y que garantice que no haya fugas. Es aquí donde el frasco DBO demuestra su valor.

Características únicas del frasco para DBO

A diferencia de los frascos de uso general, un frasco DBO está diseñado con un propósito muy específico en mente: mantener la muestra aislada.

• Boca esmerilada: el cuello del frasco tiene una boca esmerilada que se adapta perfectamente al tapón. Este diseño de vidrio sobre vidrio crea un sello hermético, lo que impide la entrada de oxígeno del aire.
• Tapón con forma cónica: el tapón, también de vidrio esmerilado, tiene una forma cónica que se encaja a la perfección en la boca del frasco. Su diseño está pensado para que, al llenarlo de agua, el exceso de líquido forme un sello hidráulico que bloquee la entrada de aire.
• Capacidad estandarizada: los frascos DBO más comunes tienen una capacidad de 300 ml, una medida estandarizada para el análisis. La precisión en el volumen es crucial para la reproducibilidad de los resultados.
• Vidrio de borosilicato: el frasco está fabricado con vidrio de borosilicato, un material conocido por su alta resistencia a la corrosión química y a los choques térmicos. Es inerte y no reacciona con la muestra, lo que garantiza la pureza del análisis.